MITOS Y LEYENDAS: LA SERIE

Empezamos, en la Revista, una serie de mitos y leyendas indígenas, contados hermosamente por el maestro Arlés Herrera, los cuales estaremos publicando periódicamente, en lo posible, cada 15 días. Así que empezamos con el primer episodio. Esperamos sus comentarios y/o sugerencias a nuestro correo. revistalajeta@gmail.com. Gracias y esperamos la disfruten. _________________________________________________

lunes, 11 de septiembre de 2023

 TAYARÚ 
LA DIOSA DEL CHAIRÁ


Por Arlés Herrera – CALARCÁ

 Tayarú. Óleo del maestro Arlés Herrera, Calarcá.


En tiempos lejanos, dice la leyenda, que en las riberas del Río Caguán vivió una gran familia de huitotos, liderados por el octogenario Cacique Piranga, quien, maldecido por su dios y en avanzada edad, debía entregar el poder a su hijo mayor.

Preparados para la ceremonia con música, cánticos, flautas y danzas, el ritual tenía dos grandes propósitos: Abdicar y obtener el perdón del dios Asianamú, quien otorgaba todas las bendiciones al sucesor.

Para alcanzar tales gracias, era costumbre sacrificar en la hoguera, a la más hermosa de las mujeres de la tribu. Mientras ardían los leños de rosas, el Payé llevaba en sus brazos a la bella joven Tayarú, de pronto un grito estremecedor sacudió de dolor las montañas, las fieras y los ríos, el cuerpo de Tayarú fue envuelto por una estela de luz y se esfumó en el misterio.
 
En otro lejano lugar, en las empinadas montañas del Ariari, Chairá, hijo del dios Asianamú, vio a su hermano menor saltar de felicidad, gritaba: la vi, la vi, su exaltación obedecía al ver cómo una resplandeciente luz, se transformaba en forma de mujer.
 
El joven se preparaba, para la gran boda con la hija del Cacique, de pronto, sin que nadie lo esperara, emergió de las aguas de la laguna la más encantadora y bella mujer, quien al palpar los ramajes con sus delicadas manos iba haciéndolos reverdecer, las orquídeas se tornaban esplendorosas y el ambiente quedaba impregnado de un suave perfumado olor.
 
¡Es Tayarú!, es ¡Tayarú! gritaba el joven. Renunciando a la boda, abandonando la ceremonia. Corrió desesperadamente para alcanzar a Tayarú, pero le fue imposible, el dios Asianamú le castigó y terminó ahogándose en la llamada Laguna del Chairá.
 
Dicen que cuando Tayarú aparece en el lago entonando una melodiosa canción, las mismas aves cantoras la reverencian con su silencio y las aguas empiezan a danzar.

2 comentarios:

  1. Excelente historia. gracias maestro Calarcá

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  2. Muy hermosa leyenda y hermosísima obra pictórica.

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